La base de toda soda es el agua carbonatada. Nuestra agua mineral, proveniente de manantiales en Tehuacán y de las faldas del Iztaccíhuatl en el estado de Puebla, es rica en minerales benéficos para el organismo y al ser baja en sodio, es doblemente saludable. La mineralización del agua ocurre naturalmente, con un proceso que necesita mucho tiempo para alcanzar las notas frescas alcalinas del agua natural de manantial.
Carbonatamos a punto medio para disfrutar de una sensación inolvidablemente refrescante.
Buscando resaltar las notas cítricas y los tonos amaderados de la corteza de la chinchona roja colombiana, añadimos aromas de cáscaras de diversos cítricos, un gasificado a punto y un poco de azúcar natural de caña; obteniendo así una bebida con un amargor agradable, con tonos frescos, convirtiéndose en un agua tónica refinada y excepcional.
La frambuesa es un fruto aterciopelado con dulzura natural y toques ácidos que explotan en el paladar. Conseguimos las mejores frambuesas en Jalisco, el estado líder en el cultivo de frambuesas en México, su clima cálido y suelo fértil son factores clave para el crecimiento de este fruto. Acompañada de una carbonatación ideal, nace esta soda insuperable.
El damasco, chabacano o albaricoque, es un fruto originario de Armenia, en México su cultivo proviene de Chihuahua. Extraemos el jugo y pulpa natural del chabacano y mezclamos con jugo de caña de azúcar; el agua se carbonata suavemente para que los aromas dulces forestales se combinen con el perfil ácido del fruto.
Inspirado en las llamadas “Ginger Beers”, combinamos raíces de jengibre chiapaneco con diversos cítricos y especias endémicas de Asia y América con el jugo de la caña de azúcar. Su sabor es aromático y floral en el paladar, con notas dulces y silvestres gracias a la caña de azúcar, con una agradable y moderada sensación de picor en garganta propio del jengibre.
El estado de Nuevo León provee la mejor calidad de este fruto. Las temperaturas diurnas constantemente cálidas y sus noches frescas; hacen a nuestra Tangerina menos azucarada que la mandarina o la clementina, mas expresiva en nariz y boca, con un espectro aromático más colorido. Carbonatamos suavemente para extender, el efecto refrescante de este maravilloso cítrico.
Creamos esta soda a partir de una infusión intensa de litchi de Sinaloa y añadimos moderadamente azúcar natural de caña. Carbonatada suavemente para resaltar el delicioso y perfumado sabor de los frutos del trópico. Por las características climáticas en México, la producción nacional es considerada de las mejores en el mundo.
Existen tres variantes de toronja: la roja, la rosada y la blanca. MIchoacán es el principal productor en México de este fruto. Nuestra soda de toronja es una mezcla del jugo la toronja roja y blanca; la roja por su distintivo sabor dulce e intenso y la blanca por la intensidad de su olor; el agua es medianamente carbonatada y se le agrega azúcar natural de caña para redondear el sabor.
La zona de Veracruz provee frutos de la pasión de gran calidad, gracias a la riqueza del suelo. Esta soda fue creada con jugo natural de la pulpa del maracuyá veracruzano, mezclamos con un poco de azúcar natural de caña; carbonatamos medianamente el agua para acentuar las notas tropicales distintivas de este fruto.
México es el mayor productor de guanaba a nivel mundial por su gran calidad. Nuestra soda es hecha con el jugo de este fruto, traído de Yucatán, endulzamos levemente con jugo de caña de azúcar y carbonatamos a punto para una efervescencia constante en el paladar. Con notas olfativas tropicales y frutales, de color pálido y textura sedosa en boca.
El estado de Oaxaca ofrece pepinos de los valles centrales de excelente calidad, mientras que las faldas de la Sierra Norte cosecha limones persas de increíble frescura. Al combinarlos se obtiene una de las bebidas más refrescante de nuestro país. Nuestra agua mineral y un toque de azúcar puro de caña con una delicada carbonatación, nos comprueba que “menos es más».